La Estrella que Alumbró Mi Ser Ya Ilumina en el Cielo

Hola Mamá, te echo de menos; aunque tengo la certeza que estás en el cielo y siento que me despiertas todas las mañanas. Quiero darte las gracias por tu vida y por todo lo que has hecho por nosotros. Todos tus dolores y sufrimientos han merecido la pena.

Gracias por haberlos transformado en vida. Gracias por tu generosidad. Has sido una lección de que lo más importante es pensar siempre en los demás, poner al otro en primer término. Gracias por tu cariño infinito, por tu inmensa capacidad de volver a empezar, por haber desterrado el rencor de tu forma de ser.

Gracias por tu confianza, por haber confiado siempre y de forma infinita en mi responsabilidad: ¡no te puedes imaginar qué lección me has dado con ello!

Gracias por tu amor por la familia. Como siempre has salvaguardado las relaciones entre nosotros y nunca, nunca has vertido una sola crítica contra tu familia. Desde el cielo, cuida sobre todo de tus nietos…¿vale? Gracias por la forma que has tenido de despedirte de nosotros.

Gracias por haberme dejado tanta paz y regalarme la oportunidad de haber pasado contigo tus últimos días. Vivo con la paz de que me has perdonado todos mis malos detalles o faltas de atención.

Gracias porque has sido capaz de transformarlo todo en Vida.

Mi madre, Estrella, partió al Cielo el 21 de abril de 2009 a las 16.00 hrs